Me han tomado por el objeto silbante de un nocturno vigilante.
O lo que es lo mismo, por el pito de un sereno. Vamos, que no te hacen ni caso.
Yo no he conocido los serenos, pero ya se ve que no imponían demasiado, aunque algo de compañía sí debían de hacer a las almas nocturnas. Ahora se me ocurren varios personajes a los que tampoco se les hace ningún caso ¿y tú, imaginas alguno?
No hay comentarios:
Publicar un comentario