La gente es rara. No puede aferrarse a un modo de pensar o de hacer algo, a no ser que, con cierta frecuencia, encuentren una nueva razón para ello. Y cuando encuentran una nueva razón, es muy probable que cambien.
William Faulkner. Luz de Agosto.
Los publicistas y los políticos (que viene a ser algo parecido) lo saben y se empeñan en dar contínuamente motivos para mantener la chispa encendida en nuestra cabeza hacia sus intereses, haciéndonos creer que son nuestros intereses, cosa que no siempre es cierta.
Es parte de la gracia de vivir, que no hay nada o casi nada fijo, todo cambia, todo evoluciona, sobre todo lo que depende de las cabezas de las personas.
Aunque de vez en cuando también se echa de menos algo esencial que permanezca inmutable a lo largo de gran parte de la vida.