Si quieres conocer a Menganito, dale un carguito.
Y es que cuando alguien adquiere un puesto de responsabilidad salen a relucir los más bajos instintos que como subordinado habían estado macerando en el subconsciente.
Quién te ha visto y quién te ve.
Ya se sabe:
ni pidas a quien pidió ni sirvas a quien sirvió.
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